domingo, enero 28, 2007

Trabajo 3

Describe en unas líneas un escenario de aprendizaje futuro. Reflexiona sobre los elementos fundamentales del proceso didáctico que tendrás que contemplar y señala los cambios que consideras que se han dado. Posibilidades que tendrán las TIC en este escenario.

Resulta difícil plantear un escenario de aprendizaje futuro a varias décadas vista. Los cambios tecnológicos se producen de forma vertiginosa y es difícil prever las transformaciones ideológicas de la sociedad con su consiguiente influencia en modelos de enseñanza, organización, etc. No obstante, intentaremos mínimamente caracterizar a grandes rasgos cómo puede evolucionar la enseñanza formal obligatoria con adolescentes en un país desarrollado (España), sobre la que tengo actualmente relación como docente, y en un plazo de tiempo de diez a quince años vista. Seguiremos un modelo expositivo centrado en la incidencia creciente y evolución que puede tener en sus elementos la sociedad de la información desde su caracterización en tres rasgos: descentralización (decisiones más situadas en el ámbito del discente y su familia, y menos en el centro y especialmente en las administraciones educativas), globalización (conocimiento cada vez más compartido) y digitalización (vértigo en los cambios técnicos y sus consiguientes aplicaciones).

Habrá una tendencia a la flexibilización de contenidos curriculares y adaptación del aprendizaje a las características de cada uno de los alumnos (atención a la diversidad). Las TIC contribuirán favorablemente a ello pues facilitarán recursos para su trabajo por parte de los profesores y los mismos alumnos, en solitario o con ayuda de sus padres, tanto en el entorno escolar como familiar. Las redes basadas en la comunicación mediada por ordenadores irán en aumento pues permitirán trabajar de forma autónoma y colaborativa a profesores y alumnos, compartiendo experiencias, información, contribuyendo poderosamente a la construcción de conocimiento… La metodología tendrá que cambiar forzosamente pues la presión social será fuerte a favor de la incorporación de modelos de trabajo colaborativo y donde las propias familias puedan participar de forma activa en el aprendizaje de sus hijos desde sus hogares. Será decisivo en ese sentido la incorporación a la escuela de hijos de padres ya muy familiarizados con TIC (de menos de 30 años en 2005). Probablemente alumnos y familias participarán en un diseño más flexible del propio currículo formativo de los primeros, incluso escogiendo modelos de aprendizaje, profesores tutores, etc. Seguirá habiendo enseñanza presencial y socialización en el centro escolar, pero ésta será menos estructurada y tendrá un peso mucho más reducido en el proceso de aprendizaje. En los niveles de formación profesional, la influencia de los entornos productivos en el diseño de programas de estudio y seguimiento de rendimiento escolar irá en aumento. Habrá una mayor atención a la consecución de habilidades y el trabajo de procedimientos que a la mera transmisión de contenidos conceptuales, al menos en los niveles más avanzados de enseñanza secundaria. El concepto de grupo de clase tenderá a desaparecer –salvo a efectos de posible entorno de socialización mínimo- pues los entornos de formación estarán superpuestos: habrá materias que se imparten presencialmente y otras simplemente online o de forma semipresencial, según niveles, inquietudes. Los alumnos, desde niveles de enseñanza iniciales, recibirán una formación que fomente la asunción de decisiones propias sobre su propio aprendizaje, es decir, que les permita ganar en autonomía. También las familias tendrán que hacer un esfuerzo para mejorar su competencia tecnológica y especialmente tendrán que emplear cauces de comunicación electrónicos con los centros que permitan recibir información sobre el rendimiento de sus hijos y sugerencias sobre qué medidas de apoyo pueden desarrollar desde el hogar. La evaluación externa de la eficacia de los recursos de aprendizaje, metodología y de la propia práctica docente aumentará considerablemente. Los horarios de trabajo serán más flexibles, principalmente el de los profesores. La formación tecnológica y especialmente metodológica aumentarán, tanto por la necesidad de adaptación del profesorado a un nuevo marco de enseñanza como también por un convencimiento inicial de las ventajas de la renovación. Las estructuras de formación del profesorado reglada o institucionalizada entrarán en crisis si no se adaptan rápido a las necesidades y ventajas de la enseñanza online. Algunos profesores de edad más avanzada difícilmente se podrán adaptar a este cambio. La vanguardia de profesores para este nuevo modelo de enseñanza lo formarán jóvenes docentes que, en parte al menos, han recibido ya formación conforme a modelos de aprendizaje fuertemente determinados por la comunicación en red. El docente será más un guía y animador del aprendizaje que un instructor o un experto en conocimiento. Tendrá que tener un conocimiento tecnológico relevante, más como gestor de su uso que como productor, aunque también. Los contenidos objeto de trabajo, el software utilizado… estarán tanto o más diversificados que en la actualidad, aunque es probable que se acelere el proceso de limitación de acceso a determinados contenidos por pago. No obstante, habrá margen para que los docentes elaboren materiales propios, precisamente adaptados a las necesidades e intereses de sus alumnos. La producción de software educativo, aplicativos y otros recursos de base informática aumentará espectacularmente, y las administraciones tendrán que elaborar materiales propios más allá de los empleados para mera gestión de los centros e infraestructuras.

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